ESPECTACULARES OFENSIVAS DEL «GAFAS»

 


 


Francisco Expósito “Gafas” junto al popular Wylly en un encuentro del PCE

en Bruxelas en 1965.

 

«Los huidos de la redada del PCE vagaron dispersos por la sierra permaneciendo ocultos durante varios meses. Pedro Ruiz Illescas («Petronilo») se ocultó en su domicilio casi un mes y, sabiéndose des- cubierto, emprendió huida el día 25 de agosto siendo muerto por los guardias.

 

El Gafas escribe en sus memorias:

 

«Uno de los objetivos ambicionados por la guerrilla fueron los destacamentos de la Guardia Civil de Navalasno y Motealegre (Andújar), próximas al Santuario, donde almacenaban gran cantidad de armas y donde, además, pernoctaban fuerzas de los Tercios Móviles empleadas en la lucha antiguerrillera. El acuartelamiento de Motealegre encabezaba un subsector de fuerzas de la Comandancia de Jaén al mando de un capitán. El uno de septiembre de 1945, cuando aun no se había concluido la «operación Andújar», y tras dos días de intensa vigilancia, el «Gafas» planeó la operación de asalto y distribuyó a sus hombres. Se vigilaron los caminos, sabotearon la línea telefónica de campaña Montealegre-Santuario y atravesaron la carretera Pradollano-Montealegre con el fin de bloquear la comunicación y el envío de refuerzos. Iniciaron entonces el asalto al destacamento con un nutrido tiroteo que fue respondido por los guardias que había en su interior. Tras prolongarse en exceso la escaramuza y agotarse las municiones, debieron batirse en retirada sin contabilizar ninguna baja, pero sin haber logrado su objetivo. Pese al fracaso de la operación consiguieron, con astucia, engañar al grueso de tropas de refuerzo que se habían concentrado para la persecución. Divididos en tres grupos tomaron direcciones diferentes hasta converger de nuevo en el mismo lugar, un montículo muy próximo al destacamento del Santuario, lugar en el que nunca se imaginarían los guardias que osaran refugiarse. (1)

 

«Tras esta acción claramente ofensiva, incluso provocadora, los movimientos de tropa se multiplicaron y Francisco Expósito, con «Rosendo» y Norberto «El del Hato», este último ejerciendo de guía al conocer perfectamente el monte por su oficio de pastor, se separaron del resto para hacer una batida, con el fin de contactar con los huidos de la redada de Andújar y conducirlos a la guerrilla.

 

«”No encontramos a nadie por lo que pensamos que habían sido capturados o asesinados. Empleamos toda la noche para llegar a uno de los campamentos del río Sardinilla. Estábamos agotados y ni siquiera montamos la guardia. Cuando me estaba lavando en el río descubrí a dos grupos de guardias que pretendían rodearnos y debimos huir... [tras un intenso tiroteo] hirieron gravemente a Norberto y durante el trayecto al Santuario le sometieron a todo tipo de torturas falleciendo durante el camino. Al parecer sus ejecutores fueron los primos Duque y Cachinero”. (1 )

 

«Era el 2 de septiembre de 1945. El capitán de la compañía de Andújar fue condecorado con la cruz al mérito militar por esta muerte. Norberto («El del Hato») fue uno de los pastores de Andújar que les auxiliaba en momentos de apuros y, tras la redada de Andújar, el «Gafas» le convenció para no regresar al pueblo al haber sido descubierto su amparo

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LOS MÉTODOS VIOLENTOS DE LA GUARDIA CIVIL

« A estas alturas no cabe ninguna duda de que el régimen franquista, que inició su andadura con un levantamiento armado y que treinta y nueve años después todavía continuaba fusilando (2 ) , hizo de la violencia y la represión su principal arma para la imposición de sus argumentos políticos. Tras la sangrienta guerra civil, el terrorismo de Estado se concretó en la eliminación física de sus adversarios siendo una premisa constante durante toda la dictadura, sobre todo en el primer decenio de posguerra.

« A los fusilamientos de represaliados políticos se les sumó la lucha antiguerrillera y la represión sobre la resistencia clandestina en el Llano donde no se reparó en medios para exterminar, de la manera más expeditiva, a todos aquellos que, después de vencidos, se resistieron activamente a vivir bajo una dictadura militar.

« De aquella represión existe constancia no sólo en los registros civiles y en las fosas comunes de los cementerios, sino también en escalofriantes y significativos documentos oficiales donde se reflejó, sin rubor, esta forma tan particular de gobernar mediante el exterminio, el sometimiento y el terror. Pensemos que el escarnio público, entendido y aplicado para infundir pavor entre los que pudieran auxiliar a los huidos y guerrilleros, fue algo tan frecuente en los pueblos de España que, aun hoy, muchos ancianos todavía describen escenas de pesadilla.

« Las exposiciones de cuerpos acribillados, desmembrados o carbonizados en las plazas y paseos de los pueblos fue algo habitual hasta bien entrados los años cincuenta. En la provincia de Jaén, tras un choque armado entre la guerrilla y la Guardia Civil, muy pocos fueron los cuerpos que se enterraron directamente en el cementerio sin ser exhibidos públicamente

Cementerio de Andújar. En la pared norte, antes de la posterior

ampliación, fueron fusilados 104 republicanos en poco más de un año,

 

« En realidad no existió nunca una ley llamada «de fugas». Este es un concepto popular muy antiguo pues su aplicación se inspiraba en los arcanos tiempos de Felipe IV el cual ya utilizó similares procedi mientos en el siglo XVII para combatir el bandolerismo de la sierra. La diferencia de esta ley con los sistemas empleados por el régimen franquista sólo estriban en utilizar las plazas públicas en vez de las picotas y los piquetes de ejecución en lugar de cadalsos.

En 1663, la Pragmática de Felipe IV decía:

«”Ordenamos y mandamos que cualesquier delincuentes o salteadores que anduvieren en cuadrillas robando por los caminos o poblados y habiendo sido llamados por edictos y pregones de tres en tres días, como por caso acaecido en nuestra Corte, no parecieren ante los Jueces que procedieren contra ellos, a compurgarse de los delitos de que son acusados, substanciado el proceso en rebel día, sean declarados, tenidos y reputados (...) por rebeldes, contumaces y bandidos públicos; y permitimos que cualquier persona de cualquier estado y condición que sea, pueda libremente ofenderlos, matarlos y prenderlos sin incurrir en pena alguna, trayéndolos vivos o muertos ante los jueces de los distritos donde fueren presos o muertos; y que pudiendo ser habidos, sean arrastrados, ahorcados y hechos cuartos y puestos por los caminos y lugares donde hubieren delinquido, y sus bienes sean confiscados para nuestra Cámara”.

«Como podemos ver no existieron grandes diferencias.

«Si durante la primera etapa (1939-1944) la táctica represiva consistió en la persecución directa de huidos por los montes en cambio, durante la segunda etapa (1945-1952) la estrategia se modificó y se decidió esperarlos atacando a sus puntos de apoyo al tiempo que se, creaba toda una red de delatores coaccionados.

«El mismo Carrero Blanco, consejero personal de Franco, escribió al Generalísimo en estos términos a mediados de los años cuarenta en referencia al movimiento guerrillero:

« “La única fórmula para nosotros no puede ser otra que: orden, unidad y aguantar. Buena acción policial para prevenir cualquier subversión; enérgica represión si se produce, sin temor a las críticas de fuera, pues más vale castigar duramente una vez que no dejar de corregir el mal”.

«Tras una tregua aparente ante los inquietantes acontecimientos en el panorama político internacional con la victoria de las potencias aliadas sobre los países del Eje, paralelas a un periodo de apogeo guerrillero, Franco volvió por sus fueros y decidió acabar con la lucha guerrillera y la resistencia republicana en el Llano de una forma «expeditiva. A partir de 1946 la famosa «ley de fugas» se aplicó con todo su rigor tanto en las cárceles y depósitos como en los campos y pueblos.

«El General Franco, a través del Ministerio de Gobernación, envió en 1947 a todas las autoridades policiales una circular reservada con una taxativa orden: la aplicación masiva de la «ley de fugas». Su contenido es realmente siniestro:

« “Teniendo en cuenta la intervención de representantes diplomáticos acreditados en España, con motivo de algunos juicios celebrados contra elementos detenidos por actividades criminales contra la Seguridad del Estado y el buen nombre de la Patria, se hace saber que, en lo sucesivo, las fuerzas encargadas de la represión de actos de bandidaje y terrorismo aplicarán con rigor el castigo que corresponda a todo detenido con las armas en la mano o convicto por actos de esa naturaleza. No habrá, pues, prisioneros a menos que haya testigos sospechosos o se produzcan circunstancias que puedan dar lugar a una publicidad que aprove chen nuestros enemigos”

 

Franco y Carrero Blanco

 

« Otra práctica de violencia que dio buenos resultados a las fuerzas de represión, sobre todo a la Guardia Civil, fueron las terribles palizas y torturas que, con diversos procedimientos, se aplicaron en los lugares de detención (depósitos municipales, cuarteles, locales de la Falange e incluso en los domicilios de algunos derechistas). Los familiares de los huidos, sin excluir a mujeres, jóvenes y ancianos, fueron el objetivo de estos procedimientos en los interrogatorios con el fin de sonsacarIes información a cerca de los lugares donde se escondían. Muchos testimonios nos han descrito algunas técnicas de tormento aplicadas en muchos pueblos y con especial crueldad en municipios como Jaén, Alcaudete, Valdepeñas de Jaén, Andújar o Marmolejo donde las palizas, los apaleamientos, la rotura de huesos, el agotamiento físico, la tortura del agua y la toalla o el sistema de la garrucha, se aplicaron de forma sistemática..

 

Manuel Hernández Vilches (Los Mozos) se unió al Gafas.

Muerto por la Guardia Civil el 18 enero 1949

 

« Hacer confesar a un detenido requería buenos conocimientos de los puntos más débiles del cuerpo humano y de los sistemas y argucias en la búsqueda del sufrimiento físico y psicológico. Dada la diversidad de personas y situaciones, los torturadores debían aprender gran cantidad de artimañas para obtener el máximo rendimiento a su servicio

 

EL DRAMA DE LOS ULTIMOS GUERRILLEROS DE SIERRA MORENA (1948-1951)

 

« Los demás grupos, supervivientes de la guerrilla del “Gafas”, que se habían formado para emprender el largo camino hacia el exilio fracasaron estrepitosamente

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« Respecto al tercer grupo «Sevillano hijo», «Rebolledo» y desconocemos si intentaron emprender el camino del exilio pero, si lo hicieron, debieron desistir a los pocos días ante la dificultad de su empresa regresando a la zona de Andújar, la única donde, a estas alturas, podían encontrar algún enlace de confianza dispuesto a ayudarles. Los contactos con el partido se habían perdido y los enlaces, aterrorizados por las presiones de la Guardia Civil, comenzaron a darles de lado.

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Supervivientes de la guerrilla del “Gafas” tras su llegada al exilio francés en 1948: de izq. A der. Anastasio y Luis Muñoz Fernández (“Sordo” y “Niño”) y Ricardo López Fernández “Granaíno”. Sentado Francisco Expósito Prieto “Gafas ”.

 

« Por su parte «Rosendo» y «Vargas», que habían escapado milagrosamente de los últimos emboscados, decidieron continuar con el aprovisionamiento en asaltos a cortijos de la zona que mejor conocían, uniéndose al «Vidrio» el cual sólo contaba con la compañía de Vicente Gómez Díaz «Quina»). Conscientes de su aislamiento, abandonados por sus partidos y ante la imposibilidad de alcanzar el exilio, decidieron resistir como pudiesen ocultándose en la sierra de Andújar como lo hicieron en la primera etapa, realizando las acciones estrictamente imprescindibles para subsistir y espaciándolas en el tiempo a través de un estricto racionamiento alimenticio

 

«Pero el hostigamiento a los enlaces fue implacable. El 7 de julio de aquel año (1949) asistimos a otra cruel aplicación de la «ley de fu- gas» por parte de la Guardia Civil. Las hermanas María y Antonia Pantoja Carrillo fueron sorprendidas en el campo portando tres zurrones que contenían un pequeño botiquín y algunos víveres, una cartera con documentación de somatenista y un carnet de Falange. Reconocieron haber auxiliado a los guerrilleros y llevarles lo que les encargaban. La Guardia Civil acabó con sus vidas a ráfagas de fusil. En el atestado se reflejó que «era de noche [...] que habían detectado movimiento de matas [...] que las mujeres iban vestidas con ropa de hombre y que estaban armadas». Pero lo cierto es que fue un acto de represalia por el asalto al cortijo «El Tamujar» que en la mañana de ese mismo día habían realizado dos hombres armados que suponemos.

 

Manuel Martínez Bueno “Rosendo” o “Trapichea”, de Andújar, destacado

guerrillero de “El Gafas”, estuvo en la sierra desde 1943 hasta 1950

 

«Así describen algunos testigos la exposición de los cuerpos de aquellas mujeres en Andújar:

« “Las pusieron a la entrada al cementerio. Estaban completamente desnudas a la vista de todo el mundo. Tenían una ráfaga de tiros por toda la pierna hasta arriba. Fue algo espantoso. Eran dos muchachas jóvenes, y digo yo, que si dicen que estaban vestidas de hombre ¿por qué las dejaron en pelota viva?”

«De nuevo, la escenificación del horror para escarnio público.

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« Únicamente quedaban en Sierra Morena Francisco Osuna Galiot «Vidrio» y Vicente Gómez Díaz «Quina», los últimos maquis de una zona que había albergado a centenares de ellos. Ambos fueron muertos el 13 de mayo de 1951 en la «Garganta de Valquemada» (Andújar). Francisco el «Vidrio» llevaba huido en la sierra nada menos que once anos.

 

Francisco Osuna Galiot (“Vidrio”) Socialista de Marmolejo.

Muerto por la Guardia Civil en Valquemado (Andújar)

RELACION DE GUERRILLEROS, ENLACES Y FAMILIARES DE ANDUJAR
VÍCTIMAS LUCHA ANTIFRANQUISTA: 1945-1949

Fecha

Nombre

apodo

Consecuencia

31/07/1945

Cañada Grande Andrés

Muerto por la Guerrilla

10/06/1945

Expósito Fernández Juan

Chato

Muerto por la Guardia Civil

10/06/1945

Gómez Díaz, Vicente

Quina y Pepe

Muerto por la Guardia Civil

18/01/1949

Hernández Vílchez, Manuel

Mozos

Muerto por la Guardia Civil

17/06/1947

Martínez Cámara, Antonio

Manquillo

Muerto por la Guerrilla

13/06/1945

Olalla Juan

Ley de fugas

00-09-1945

Pacheco Moreno, Francisco

Muerto por la Guerrilla

07/07/1949

Pantoja Carrillo Antonia

Ley de fugas

07/07/1949

Pantoja Carrillo María

Ley de fugas

22/11/1945

Planet López Juan

Ejecutado Cárcel Jaén

13/06/1945

Prieto Sánchez Antonio

Pereto

Ley de fugas

28/10/1947

Rodríguez Canales, Fernando

Hijo de la Bizca

Muerto por la Guardia Civil

25/08/1945

Ruiz Illescas, Pedro

Petronilo

Muerto por la Guardia Civil

02/09/1945

Sánchez Lara, Norberto

El del Hato

Muerto por la Guardia Civil

00-08-1945

Torres Torres, Francisco

Asesinado en la cárcel

Fuente: Sánchez Tostado, Luis M, " La Guerra no acabó en el 39 ...." Págs. 473-482

 

 

 

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